Dioses…
En la cama mi cuerpo
descansaba
mientras mis deseos ya
retozaban
las ansias de mis
carnes se tensaban
y mi ilusionada alma en
él pensaba
Hace tiempo que mis
ojos le amaban
En cambio él ni
siquiera me miraba
Mi corazón temblando le
esperaba
pero sus caricias nunca
llegaban
Y ahora que no puedo
ofrecer nada
Viene a mí, cuando la
Nada me llama,
ella sabe que estoy muy
cansada...
Ahora su amor en mi
boca quema...
¡Qué pena amarle y
estar tan cansada!
¡Dioses...! Mi amor por
él, al cielo clama...
María Sena
11/01/2017
Olá Maria Sena.
ResponderEliminarGostei muito do teu poema, inspirado e denso poema. Sempre um canto sentimento que todos temos, o amor, responsável por alegria e dor. Parabéns.
Um abraço.
Pedro
OHHH..¡Muchas gracias por tan bello comentario!
EliminarEres un cielo querido amigo...
Te dejo en abrazo con mi cariño.
María.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe Gusta tu intensidad
ResponderEliminarla de tu alma
que habla como si fuera tu cuerpo
Y tu mente se convierte en al
del momento
un abrazo querida poeta
Pasionalmente hermoso y lleno de vida.
ResponderEliminarUn Abrazo.